domingo, 21 de diciembre de 2014

Continuación Segunda Parte Mi Historia

Continuación SEGUNDA PARTE

Me recomendaron a uno de los mejores biólogos de reproducción del mundo o más bien de América y decidimos trasladarnos hasta Nueva York que es ahí donde él está, con el fin de poder conseguir nuestro sueño de ser papás otra vez, tuvimos una primera consulta, una videoconferencia en la ciudad de México con él y de ahí decidimos ir en el mes de Julio para una FIV Fertilización in Vitro. En este momento ya llevábamos 5 años de lucha por nuestro segundo bebé.

El Doctor fue muy lindo conmigo, es un gran ser humano, me trató muy bien, con mucho sentido humano y mucha ética, miles de mujeres han conseguido ahí sus deseados embarazos, pero a mi no me resultó, en mi caso no fue así, y no le hecho la culpa a los doctores ya que mis respetos, todos forman un equipo de expertos y son muy profesionales... ahí me trataron maravillosamente, pero conmigo lástima y desgraciadamente no fue el caso de un éxito y de un positivo... y el doctor fue muy honesto conmigo ya que me dijo que le preocupaba que mis niveles de FSH habían estado altos, que mujeres con niveles altos han quedado embarazadas pero siempre depende de la calidad que resulten los embriones, estábamos muy contentos, felices realmente, me habían aspirado 9 óvulos, fue una buena cantidad a pesar de mi reserva ovárica baja, habíamos logrado 4 embriones pues se habían fecundado rápido y perfectamente bien sin necesidad de una ICSI, yo en parte pensé que ibamos a necesitar una ICSI pues como comentaba el conteo y movilidad de mi marido habían estado muy variables.

Rentamos un departamento en Nueva York, yo me levanté temprano muy emocionada e ilusionada el día que iba a ser la transferencia de nuestros embriones, me bañé y ya estaba casi lista para irnos, cuando sonó el teléfono, me dieron la triste noticia de que no iba a ser posible realizar la transferencia de nuestros embriones porque no habían seguido adecuadamente su desarrollo y se habían fragmentado mucho, fue demasiado triste!!! Yo no puedo explicar con palabras el dolor que sentí, fue un momento super doloroso para mi marido y para mí, nos abrazamos y los dos lloramos tanto!!!! Nos trasladamos al consultorio que nos pidieron ir para explicarnos el problema, no me dieron esperanzas, nos hablaron muy claro, fue algo muy duro, rompí en un llanto incontenible... mi marido conservaba una esperanza en su corazón, yo me sentía sin fuerzas.

Me dijeron que no me recomendaban realizar otra in vitro porque las posibilidades de éxito serian mínimas, me sentí inmensamente desolada, fue muy duro para mi marido y para mí, un gran desgaste físico, emocional y también económico ya que también pusimos mucho esfuerzo en este tratamiento habíamos ahorramos y gastamos mucho dinero... la opción que me dieron fue realizar una ovodonación la cual no pudimos considerar mi marido y yo, ya que no contábamos con los suficientes recursos para otro tratamiento así, en ese momento sentimos rotas totalmente nuestras ilusiones y esperanzas, todavía recuerdo lo triste de ese día.



Salimos devastados de ahí mi esposo y yo, todavía lo recuerdo, el día estaba nublado y llovía, sentí una bruma cargada de dolor y llena de obscuridad encima de nosotros. Yo no paraba de llorar y mi marido en medio de su dolor también intentaba darme fuerzas y me consolaba, me dijo con una gran convicción y una inmensa confianza "te vas a embarazar de forma natural, ya lo verás, lo vamos a lograr" me encantó su confianza y me dejo como lección que tengo que aprender a confiar más en Dios y en mí misma... imagínense eso me dijo él que no es tan apegado a la Iglesia, soy yo la que más reza, no podía creer que él me estaba dando una prueba de valentía y de gran fe, ese día él con su dolor también, me pidió que no me enojara con Dios, que confiara en El. 

Fue más grande mi dolor al regresar a Mèxico y ver a mi hija Marianna, ella sin saber a què habìamos ido a Nueva York, lo primero que me dijo fue que en el cuarto de su abuelito habìa visto un cofrecito, que a ella le pareciò que era como el cofre de los deseos y que pidiò un deseo, pero ya sabran yo con mi mega depresión de no haberme podido embarazar con el tratamiento y le digo, "cuàl fue el deseo que pediste mi amor?" me responde "tener un hermanito mami!!!!" no, no saben, sufrì tanto!!! cuando en Nueva York nos dijeron de la ovodonaciòn fue super doloroso y difícil y me dije "no, ahora si estamos fritos, de dònde vamos a sacar el dinero para un tratamiento asì?" al no contar con los recursos no hice màs que aceptar que nosotros no podìamos aspirar a una cosas asì. 

Con el paso del tiempo, tuve que aprender muchas cosas, aprendí que quizá en esa impotencia mi nuevo bebé que seguramente estaba en algún lugar esperándome me quería decir algo, entendí que las cosas pasan por algo, que seguramente Dios quería de mí una mujer mejor para mi bebé, una mujer más preparada en todos los sentidos de la vida, más segura de sí misma y entendí que tenía que aprender a aceptarme, a quererme como soy, con mis defectos y virtudes... comprendí que posiblemente antes tenía que resolver mis conflictos internos, tenía que crecer más en paciencia, en fe, no dudar, creer mucho más, confiarme más a Dios, confiar en mí misma... recorrer tranquila el camino que me tocaba recorrer, a pesar de ser duro.. segura que al final de este camino estaría mi recompensa. 

No fue nada fácil este camino, hubo quienes no entendían el sentido de mi lucha por convertirme en madre nuevamente y nos teníamos que tragar muchas cosas. 

Regresando de Nueva York fui a visitar a mi ginecólogo de toda mi confianza Mauricio, él me había recomendado ir a Nueva York y justo recordé con él, todo mi dolor por el hecho de haber ido allá y que desafortunadamente no resultara, pero él muy lindo compartió con nosotros nuestra tristeza y nos propuso tomarlo con calma, relajarnos y tratar de dejar pasar un tiempo para recuperarnos del golpe que acabábamos de vivir. Me ayudo mucho verlo a él ya que además de ser mi ginecólogo de siempre es una persona que es como parte de nosotros, a la que le tenemos afecto.

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