jueves, 29 de agosto de 2013

MIS HIJOS, MIS MILAGROS, MI MAYOR ADORACIÓN



















Hola mis queridos hijos, ahora con la modernidad del internet y todos estos avances cybernéticos, quise escribirles un diario para que lo conserven como un bonito recuerdo toda su vida (así no tendrán que guardar un CD un disco), espero que esto de los blogs sea algo que perdure para que tengan acceso siempre que deseen a él, aún cuando ya no estemos y que sepan lo mucho que los queremos, lo mucho que los amamos y cuánto fueron deseados cada uno de ustedes. 

Ustedes, nuestros hijos han sido milagros muy grandes, únicos y maravillosos en nuestra existencia y de verdad milagros en toda la extención de la palabra y literalmente hablando, pues esa es la realidad, Dios nos dio una bendición, un don, un regalo demasiado grande en cada uno de ustedes, con la llegada de cada uno de ustedes, que parecía a veces tan difícil y tan imposible para nosotros, para DIOS no lo fue, no fue imposible para El y El obró estos milagros en nuestra vida de pareja, de matrimonio juntos por un motivo muy especial y muy bello.

Todo tiene un comienzo en la vida. Nuestra historia empezó un sábado 25 de Julio del año 1998.
Ese día su papi y yo nos casamos en México, conocí a papá en Montreal Canadá  en el año de 1995 cuando al finalizar mi carrera me fui un año para allá a vivir una experiencia de aprendizaje, de idioma y muchas otras cosas, entre ellas la maduración, el crecimiento y el fortalecimiento de mí como persona y ser humano, nunca imaginé que después de ese viaje regresaría con novio y canadiense, además de otra cultura.


 Dios nos tiene a cada quien destinada la persona de nuestras vidas y con un por qué y un para qué, ahora estoy segura, totalmente convencida de ello y siempre para ayudarnos mutuamente a ser mejores, una vez tomada la decisión y el haber recibido la bendición sagrada de Dios Padre, (como nosotros la recibimos en este día) eso ya es y será siempre suficiente para sentir que el lazo que nos une mutuamente con Dios no es un juego, es algo mucho muy profundo, que va más allá de toda barrera y toda frontera para ser capaces de amar y luchar cada día por ayudar al otro a mejorar, a subir los escalones que sean necesarios para llegar al Cielo, para llegar a Dios y permanecer eternamente con El. Esa es nuestra misión y les puedo decir queridos hijos míos que en ustedes veo la grandeza y la misericordia de Dios, el amor infinito de El, Dios no se equivoca y yo sé que con ningún otro hombre hubiese concebido los hijos tan hermosos que Dios me dio, ustedes son la luz, el motor y la razón de existencia de nuestro amor, de nuestro matrimonio. 

GRACIAS POR ESTAR AQUÍ, GRACIAS POR HABER LLEGADO A ALEGRARNOS LA VIDA, A HACER DE NUESTROS DÍAS, DÍAS PLENOS, LUMINOSOS, DÍAS DE GRAN MOVIMIENTO, DE PREOCUPACIÓN SI ALGO ANDA MAL Y DE ALEGRÍA PROFUNDA CUANDO SE DAN GRANDES LOGROS Y CUANDO TODO VA MUY BIEN, DIAS DE ESPERANZA, DÍAS LLENOS DE DESEOS DE LUCHAR SIN PARAR POR USTEDES Y PARA USTEDES, POR QUE SEAN MUY FELICES Y NOSOTROS JUNTO CON USTEDES.

DOY GRACIAS A DIOS POR ESTA FAMILIA QUE DIOS NOS DIO, NO HAY NADA MÁS GRANDE, NADA MÁS VALIOSO, NI NADA MÁS IMPORTANTE QUE MI FAMILIA. GRACIAS DIOS MÍO, GRACIAS MAMÁ MARÍA!!!

LOS AMAMOS CON TODA EL ALMA Y EL CORAZÓN...

PAPA Y MAMA.